El divorcio es para toda la vida.
A mi me enseñaron que el matrimonio era para toda la vida. Pero aprendí que existe una nueva cualidad de relación que es para toda la vida y es el divorcio.
Un matrimonio puede disolverse, podemos terminar con él. Con el que nunca vamos a terminar es con nuestro ex.
Mi mamá decía que un collar de brillantes es para toda la vida. Un ex es algo parecido. Y que va a colgar de nuestro cuello por el resto de nuestra existencia, no como un adorno sino como un peso permanente, una especie de ladrillo que portamos todo el tiempo.
Al divorcio se llega porque lo decidió él, lo decidió ella o de común acuerdo.
Si fue de común acuerdo tenemos bastantes posibilidades de seguir adelante sin demasiado escándalo.
Si lo decidió él puede ser porque se cansó de la rutina, se terminó la pasión, lo atacó el viejazo y más o menos a los 50 años se va con una de 20, porque creció mucho y ella no, etc. etc.
Si lo decidió ella puede ser porque se cansó de la rutina, se terminó la pasión, la atacó el viejazo y más o menos a los 50 años se engancha con uno de 30, porque creció mucho y él no, etc.etc.
La gama de posibilidades es amplia. Suele suceder que en el caso de que el que se vaya de la casa sea el hombre, trate igual de controlar lo que hace ella y de manejarla con el dinero como para recordar tiempos pasados.
Si hay hijos chicos de por medio la cosa se complica, porque decidimos que siempre es mejor que vean al padre, los pequeños no tienen la culpa de los problemas de sus padres y entonces lo vemos a cada rato. Si los hijos son grandes también la situación es complicada, lo encontramos siempre en los cumpleaños, casamientos o velorios.
El señor puede aparecer con cara de ganador si tiene colgada de su brazo a una señorita preferentemente de la mitad de los años de su ex mujer, o tener cara de pobrecito si viene solo y quiere dar lástima.
Mujeres, si quieren algo para toda la vida, no se compren un collar de brillantes, consíganse un ex marido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario