Inés Grimland es una mujer con un poder de convocatoria poco común. Llenar el Auditorio de la AMIA un domingo por la tarde no es tarea sencilla y ella lo logró. Estaba muy bien acompañada pero si decimos que ella fue importante en esta performance es porque desde la presentación hasta la despedida uno se da cuenta de quién lidera esta convocatoria titulada “Latinoamérica también cuenta”.
Siendo un día de mucho calor el lugar resultó por demás adecuado para la ocasión ya que cuenta con muy buen aire acondicionado, las butacas son cómodas y el sonido el adecuado para la ocasión, así como también lo fue la iluminación.
Las primeras historias estuvieron a cargo de Ana Hidalgo. Deliciosa, sencilla y dulce en su decir, maneja con solvencia muchos recursos narrativos. El cantito venezolano la ayuda pero sabemos que no lo es todo. Ana Hidalgo transita con éxito los escenarios por su maestría en el arte de narrar. Pedro Parcet es otro caso. Con buena presencia escénica y la buena aceptación que tuvo en el público quizás le faltó tener un poco más de fluidez en su decir e involucrarse más emocionalmente con las historias. Tuvo a su favor que eligió muy bien los relatos que contó (de tradición africana) y eso hizo que resultara agradable escucharlo. Y en cuanto a Inés Grimland se podría decir que es pura potencia cuando cuenta, disfruta más que nadie ese momento y se le nota. Fluida, entusiasta, hasta cantó un tango mitad en idish, mitad en castellano y se ganó al público.
Las historias fueron bien elegidas, especialmente para nuestro gusto. Faltó decir los autores pero había algunas que eran de tradición oral y quizás otras de propia autoría de los narradores, pero este olvido nos suele pasar a menudo a muchos, más aún después de funciones exitosas como esta, ya que se notó que el público aplaudió con ganas.
Inés pidió disculpas sobre el final por la ausencia de Mayerlis Beltrán y Fernando Cárdenas. Hubiera sido muy bueno escucharlos pero si bien parece que ellos estaban anunciados en los boletines de la AMIA en la convocatoria que llegó por mail ya no figuraban y quienes fuimos avisados por ese medio no esperabamos verlos y nos quedarán para la próxima ocasión.
No nos gustó: Estando abierta la convocatoria a todo público y dado el título del espectáculo quizás insistir en guiños que sólo se entienden hablando Idish deja afuera a quienes no formamos parte de la colectividad. Hay que admitir que no fueron muchos.
Nos gustó mucho: El picado de historias cortas del final. La duración adecuada y la puntualidad, ya que comenzó sólo diez minutos después del horario en que fue anunciado (los narradores sobre todo en bares hacemos esperar más a nuestro público),
No hay comentarios:
Publicar un comentario